ANA RIAÑO
RRSS
En el proyecto RRSS (Redes Sociales) quiero investigar la confluencia de dos fenómenos diferentes. El primero de ellos el de la construcción de la identidad en cuanto a artista. Con la emergencia de la posmodernidad y después de las transvanguardias, la identidad del artista, la obra, el mundo del arte, etcétera han sido puestas entre unos paréntesis que todavía no se han abierto. En ese sentido, desde los primeros cursos de la Facultad a quienes hemos decidido de alguna manera pertenecer al mundo del arte, se nos inculcan ciertas dudas sobre el qué supone pertenecer al mismo. De alguna manera, nos hacemos artistas sin saber qué es realmente el proceso de devenir uno, sin conocer los caminos que hemos de recorrer. Sin embargo, paralelamente, se nos enseña que hemos de proyectar una imagen más o menos determinada de nosotros mismos a los otros agentes del mundo del arte, bien sean galeristas, museos, prensa, otros artistas, etcétera. Sí es cierto que en los años de formación, a parte de cuestiones referidas a tu trabajo, adquieres unos conocimientos que en principio han de ayudarte a la hora de “vender tu trabajo”, publicitar tu obra, etc. Esto es algo que además se identifica una vez dejada atrás la universidad y cuando comienzas tu trayectoria artística. En conversaciones con otros artistas, con galeristas, en residencias en centros de arte, hay siempre una converación presente: cómo publicitarse, cómo emerger, cómo hacer que sepan de ti y tu trabajo.
Lo que interesa de este fenómeno (y aquí introduzco el segundo elemento) es su confluencia con la nueva moda de las llamadas Redes Sociales. En este nuevo y tecnológico aspecto de nuestra identidad, se producen en general algunos movimientos que son enormemente interesantes (apertura de tu intimidad a terceras y desconocidas personas, gestión de la propia imagen, naturalidad o artificialidad en las propias aseveraciones) que cuando se cruzan con lo anteriormente comentado multiplica su interés. La pregunta es, ¿qué imagen proyectan los artistas, galeristas, directores de museo, críticos de arte, etc, en la virtualidad de las redes sociales? ¿Y qué imágen huebieran proyectado los artistas que vivieron en épocas no tecnológicas?
Para ilustrar esto es para lo que he concebido el proyecto Redes Sociales. El mismo consta de la realización una cincuentena de piezas pictóricas en las que retrato estados de redes sociales de artistas, galeristas, directores de museo, críticos de arte, y otros agentes sociales de mi entorno, es decir frases, ideas, fotos, volcadas por éstos en Facebook y Twitter.
Pero, ¿por qué pintura? En primer lugar, porque me interesa que las piezas producidas sean reconocidas por el espectador como obras, no como meras capturas de internet impresas. En este sentido, el hecho de (re)crearlas en un medio tradicional como la pintura, sirve a este propósito. Pero además, también me fascina el hecho de jugar con la apropiación de obras de terceros artistas (aquellas que han colgado en redes sociales, bien terminadas, bien en proceso), el retrato y el juego de veracidad o falsedad de las imágenes ante las que se sitúen los espectadores.