ANA RIAÑO
THE END
El proyecto The End , consiste en la realización de una serie de pinturas de diversos formatos en los que combino palabra e imagen y, de ese modo, pongo en tensión la relación existente entre la palabra y la imagen cuando comparten un mismo plano de interpretación y, por tanto, mantienen una relación de significado.
La idea es la de investigar hasta qué punto esta la relación entre palabra e imagen determina el modo en que el espectador ve la obra. ¿Tiene la palabra un mayor poder que la imagen cuando comparten un mismo espacio? Es posible. La idea de la que parto es que mientras que la imagen siempre plantea una duda, o al menos cierta sospecha (apela al espectador a que interprete aquello que está viendo), la palabra ofrece certezas, significados elaborados (hasta el punto que la autoridad máxima es palabra: la ley es palabra, Dios se hace presente en palabras –palabra de Dios-
¿O será al contrario? ¿Será la imagen la que se impone, dejando a la palabra como una mera pátina decorativa, algo accesorio? El tópico nos dice que es la visión, el ojo, el sentido privilegiado en la modernidad. La televisión, el cine, internet, la publicidad… en todos ellos es la visión la que se impone sobre otros modos de comunicación. Algunos pensadores han llegado a hablar de que vivimos en la época de la hipertrofia de la imagen, que estamos en un punto en que ya no caben más imágenes. Si en otros tiempos se ha dicho que todo está dicho, hoy parece que todo está visto. Nada queda por ver.
Sin embargo, no conviene olvidar que la palabra escrita también es una imagen, tiene una dimensión gráfica, y, en cierto sentido, también es un dibujo. De ahí que en el proyecto esta dimensión gráfica de la palabra escrita también tiene su importancia interpretativa a la hora de discernir la relación entre lo que está escrito y lo que se ve en la imagen, a través de la utilización de diferentes fuentes de letra que ya de por sí dotan de un significado a la palabra. Dicho de otro modo, en estas palabras pintadas el modo en que están pintadas también tiene una importancia interpretativa.
Esta importancia del estilo de letra, del modo en que está pintada (o dibujada, tanto da) las palabras en cuestión es algo que el cartelismo ha explotado en las últimas décadas, especialmente el cartelismo de cine y, ya en pantalla, en el modo en que el título de la película aparece en pantalla, donde imagen y palabra se funden hasta devenir casi un logotipo.